Mi Metro me mima

Vicente EbnerPor Vicente Ebner E.

A pie de cañón se ha visto el metro de Santiago últimamente, listo para recibir un balazo más cada semana, por una serie de repetidas fallas que han -una vez más- demostrado la influencia y dependencia que genera el metro en los santiaguinos. Es por esta misma preponderancia que, cada vez que el metro presenta un problema (la mayoría de las veces por causas inevitables, siendo común que se lancen personas a las vías), las redes sociales arden y comienza un linchamiento público a uno (sino el más) de los sistemas de transporte más eficientes de la región.

Si bien es cierto que los actuales problemas técnicos del metro mucho pueden tener que ver con decisiones administrativas, como el despido sistemático de trabajadores desde el 2012 (como apuntaba Publimetro, link adjunto), debemos notar que el problema de fondo es, por mucho, más grave que la simple paralización de actividades de una línea del circuito por algún período de tiempo.

La crisis actual que sufre el metro, desenmascara lo que también éste ocultó con su correcto funcionamiento. La dependencia de un único sistema de transporte en desmedro de los otros es evidente, por lo que no se puede esperar que el sistema no colapse si no existen soluciones alternativas ante una dificultad. Ningún sistema es perfecto y el problema aquí no es que falle el metro, sino que no exista un plan de contingencia alternativo. La locomoción colectiva no da abasto. No olvidemos que desde el comienzo de la implementación del Transantiago, fue el metro quien cooperó para que la catástrofe no fuese aún mayor.

Pero sería ridículo a su vez pretender que el sistema de buses sea capaz de suplir por completo las “panas” del metro. La gran dificultad que presenta buscar alternativas al metro, haciéndolo absolutamente indispensable para los 2 millones de personas que lo usan diariamente, radica en cómo se sigue configurando la ciudad de Santiago.

Es que la capital sigue ampliando sus límites día a día, pero mantiene sus polos comerciales e industriales. Cada vez las distancias de traslado son mayores, lo que implica mayores gastos y desafíos en la coordinación de sistemas de transporte público.

Los límites residenciales son cada vez más lejanos a los polos comerciales e industriales. La segregación de los barrios de trabajadores o inclusive la auto segregación de barrios con altos estándares, en nada contribuyen a la trama de un sistema de transporte eficiente. Sólo el metro ha sido capaz de seguir este crecimiento expansivo, aumentando año a año sus recorridos, manteniendo a raya lo que a todas luces se presenta como un problema, la preferencia de la expansión de la ciudad v/s la densificación.

Existe un temor acérrimo a la densificación, pues los ejemplos que tenemos de esta no son los mejores, sino que generalmente dejan mucho que desear. La densificación actualmente se entiende en Santiago como la pérdida de identidad de un barrio, la pérdida de escalas de este mismo. Pero es absolutamente necesaria. Las fallas del metro sólo nos ayudan a graficar lo que éste esconde tras un buen servicio. La pregunta no debe ser si densificar o no la ciudad, sino de qué forma hacerlo para lograr mantener las características del barrio al densificarlo.

El correcto funcionamiento del metro, sólo ha logrado esconder lo que ya comienza a ser un daño para la ciudad. La expansión exagerada en desmedro de la densidad. La utilización de las periferias como espacios predilectos a la hora de escoger políticas públicas para habitar la ciudad (no hay caso más ilustrativo que la vivienda social) en vez de trabajar en la densificación correcta de los espacios.

El metro nos ha mimado, nos ha ayudado a pensar que la ciudad puede seguir creciendo infinitamente en su periferia, porque él también lo hará. Pero basta que falle un día para ver como una ciudad colapsa, quedándose sin alternativas de transporte eficiente hacia los lugares lejanos.

 

Link noticia Publimetro:

“Trabajadores del metro anuncian que los despidos masivos afectan al servicio”

http://www.publimetro.cl/nota/cronica/trabajadores-del-metro-denuncian-que-los-despidos-masivos-afectan-al-servicio/xIQmdd!s7ci9GQ8oZBdA/

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6 respuestas a Mi Metro me mima

  1. Bárbara Schoepke dijo:

    Tal como enuncia Vicente, el metro es uno de los sistemas de trasporte más eficientes de la región, por no decir el único. Ha sido capaz de seguir el ritmo de crecimiento de la ciudad de Santiago y por lo mismo dependemos totalmente de él. La preferencia de la expansión de la ciudad v/s la densificación yo creo que está en el hecho de no ha sido un proceso totalmente planeado, fomentar la des centralización del centro histórico es un tema que nos provoca a todos pero a su vez esto debe llevar consigo el mejoramiento de los sistemas de transporte y del metro como eje principal de sistemas anexos de transporte.
    Si bien no existe en el mundo una ciudad sobre 5 millones de habitantes que haya solucionado satisfactoriamente sus problemas de transporte1, Santiago si tiene la posibilidad de mejorar significativamente el actual modelo. Con 103 kilómetros construidos de red de Metro, la ciudad sigue presentando un déficit de 80 km de red, aunque se puede enmendar con extensiones hacia la zona sur, toda solución real pasa por descongestionar la línea 1.
    Es inevitable no pensar en mejoras o soluciones a la extensión del metro, cuando el real problema como plantea Vicente es la total dependencia que hemos generado en un solo sistema. Suponer que un sistema que tiene un excelente desempeño y calidad de servicio, como es el metro de Santiago, no este sujeto a fallas es un error. Debemos ser capaces de diversificar y democratizar alternativas viables pero que actualmente son menos masivas, como por ejemplo las ciclo vías. Para así evitar malos ratos ante fallas del sistema, ya que del metro también depende la red del Transantiago, que vendría siendo la otra opción de movilización masiva, es por esto que «mientras el Metro esté fusionado con Transantiago, esto no va a funcionar», tal como dijeron algunos de los pasajeros tras las fallas del metro. Hoy parece inviable o lejano otras maneras de moverse en la ciudad, pero la idea es no quedarnos en una sola alternativa, y ante la crisis, impulsar la creatividad y la innovación, y con esto aprovechar de hacer nuestra ciudad más atractiva, amigable y diversa en términos de dependencia a su infraestructura de servicios.

    1 Revista Qué Pasa. La reconquista de Santiago, 5 siglos, 5 problemas. Por Emilio Maldonado. Edición 2258 / (18.07.2014).

  2. Juan Pablo Aguirre dijo:

    El Transantiago es un sistema deficiente, que fue creado en primera instancia para mejorar la calidad de vida de las personas, lamentablemente desde el comienzo que este sistema no cumplió con este principal objetivo, debido a la desinformación de los usuarios al verse frente nuevos paraderos y recorridos, micros alimentadoras y troncales, pocos recorridos, mal uso de la tarjeta bip, calles no aptas para micros tan largas, etc. Viéndose en la obligación de intervenir con el Metro. Por otra parte, si consideramos que el Metro Logró servir para apalear la deficiencia del Transantiago, no así logró la satisfacción de los usuarios, ya que al pasar de los tiempos este sistema también fracasó al verse colapsado por los usuarios. Este ha sido el año en que el Metro ha recibido las consecuencias que se dijo iba a tener cuando empezó a funcionar el Transantiago, que quien iba a soportar y quien se iba a ver perjudicado en su diseño de gestión era justamente el Metro. Ciertamente que las fallas son producto de la sobre demanda que tiene, y no está preparado para eso. Hoy en día el sistema de transporte público presenta cada vez más complicaciones a los usuarios y las pocas medidas que se han tomado no han servido para mejorarlo. Por lo tanto, tal como plantea Bárbara, puede decirse que es necesaria una medida para descongestionar la Línea 1.
    Por su parte, Gustavo Hasbún, miembro de la comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, dijo que esta falla hace necesaria la construcción de una Línea 1 paralela a la que existe:
    «Lo que ocurrió el día de hoy con el Metro de Santiago, demuestra que este sistema no da para más y que se deben tomar medidas urgentes para solucionar el verdadero colapso que vive en la red. Las medidas anunciadas, si bien pueden ayudar, no son suficientes».
    De construir una Línea 1 B, que corra en paralelo a la Línea 1 actual, ya existen los estudios y un proyecto que hizo la propia empresa Metro, donde se demuestra que es totalmente factible la concreción de esta iniciativa. Por lo tanto, además del fomento necesario para implementar vías alternativas como las ciclovías, creo que también es necesario un reforzamiento de las líneas del Metro.

    http://www.latercera.com/noticia/nacional/2012/06/680-467965-9-diputado-asegura-que-fallas-del-metro-son-consecuencias-del-transantiago.shtml

  3. Antonia Sánchez dijo:

    Creo que «se mezclan peras con manzanas» y que no puede adjudicarsele al tema de la expansión urbana el mal funcionamiento del metro. Una cosa es que la ciudad esté creciendo y que se expanda el límite urbano en vez de densificarse y otro problema sería el desarrollo «retrasado» que estaría llevando el metro respecto a este proceso expansivo. Quizás ambos están relacionados en algún punto pero no creo que uno sea consecuencia del otro. Efectivamente que la ciudad siga creciendo sin ir de la mano a un plan de transporte público que apoye esa expansión es un problema que genera segregación, aumenta la inequidad social al crearse varias zonas cada vez más lejanas de los accesos a servicios, comercios y espacios públicos y por último aumenta las dificultades de movilización de las personas que viven en las periferias y necesitan desplazarse hacia los centros que agrupan la mayoría de las actividades laborales, comerciales, recreativas etc. situación que va de la mano al aumento de congestión vehicular, contaminación, gastos en transporte etc. Por otro lado esta el problema de la ineficiencia de la red de transportes públicos de Santiago y en particular en este caso del metro con tarifas cada vez más altas, una gran demanda y visiblemente una escasa capacidad de satisfacer las demandas de sus usuarios. Por último podría rebatirse la justificación de la ineficiencia del metro en la cada vez mayor expansión urbana con el ejemplo magistral de la ciudad de Londres que es una de las ciudades más extensas del mundo y la más extensa de toda la unión europea y a su vez la segunda ciudad del mundo en la extensión de la red de trenes que logra abarcar hasta el último sector de toda su gran ciudad expandida.

  4. Bárbara Wellmann dijo:

    Tal como comentó Vicente el metro pareciera ser absolutamente indispensable para los 2 millones de personas que lo utilizan, así como también ocurre en otras ciudades como Londres o Paris donde el sistema de Metro también determina la forma de la ciudad.
    En Santiago este método de transporte es indispensable y funciona bastante bien, pero el problema está en la coordinación de los otros medios de transporte. Es casi imposible que el metro no tenga alguna falla, ya sea eléctrica o como bien Vicente dijo hasta los mismos usuarios que ocasionan accidentes. El problema está en que si ocurre una falla en el metro de Santiago se traduce esto en un caos vehicular incontrolable. ¿Cómo se podría mejorar este sistema, ya que las fallas van a seguir ocurriendo?
    Tener más líneas de metros interconectadas podría asegurar recorridos alternativos, también como menciona Juan Pablo, las líneas paralelas en las Línea 1 también son una buena solución. Mejorar y multiplicar los sistemas de transporte permitirán asumir mejor las fallas que tendrá cada uno de ellos.

  5. Isidora Mujica dijo:

    Esta más que claro que hoy en día dependemos totalmente del metro, y como dice Vicente, es el único sistema de transporte público eficiente. Esto quedó comprobado con el colapso ocurrido el viernes recién pasado en la Linea 1,2 y 5 por “una falla técnica”, lo que provocó que las personas se demoraran, hasta cuatro veces más de tiempo en llegar a sus trabajos debido a la congestión producida en las calles.

    Concuerdo absolutamente con el comentario de Bárbara Wellmann, en que el problema está en la coordinación del metro con medios de transporte alternativos, los que hasta ahora no apoyan al metro en situaciones como la recién ocurrida. Además, considero que uno de los factores que influyen en la ineficiencia del otro medio masivo de transporte, el Transantiago, es la congestión a la cual está expuesto, debido al creciente aumento de automóviles en las enormes masas humanas. Actualmente la gente prefiere tomar el metro para evitar la enorme congestión en las horas pic, incluso exponiéndose a las enormes masas humanas que lo utilizan a diario. Considero que la deficiencia del Transantiago se debe un círculo vicioso que se explica a continuación.

    Debido al aumento de los ingresos percibidos, crece la compra de automóviles haciendo que la congestión en las calles aumente considerablemente. Al haber más demora para recorrer un determinado recorrido de micro, podemos asegurar dos cosas. Primero que el Transporte público recorrerá una menor distancia cada día, por lo que los costos de operación crecerán producto del aumento de combustible por kilómetro recorrido. En consecuencia, la tarifa sube haciendo que el auto se vuelva más atractivo.

    ¿Cómo romper con este ciclo vicioso?, a través de subsidios a las tarifas para que las personas vean la alternativa pública, como una más barata a la privada. Además, restricciones vehiculares, para limitar el parque automotriz y finalmente a través de recorridos donde se prioricen la circulación de buses por sobre los automóviles privados, para que los tiempos de traslado sean más rápidos y eficientes en términos de combustible y demora en sus recorridos. A pesar de que estas medidas pueden ser soluciones a largo plazo, se lograría que el Transantiago pudiera complementarse con el metro, evitando los colapsos que han ocurrido últimamente.

  6. Macarena Aspillaga dijo:

    Gran disyuntiva. Me gustaría proponer una respuesta alternativa a la pregunta planteada por Isidora. “¿Cómo romper con este ciclo vicioso?” En que se refiere al colapso general de la red pública de transportes, y no puntualmente a las fallas ocasionales del Metro de Santiago.

    Como ya se mencionaba en los comentarios anteriores, el Transantiago sufre de evasión, mal manejo por parte de las empresas que lo conforman, altos costos estatales y para sus usuarios, buses en mal estado, desorganización de tiempos y cobertura debido a los tacos, en fin. El Metro, por su parte, si bien es considerado de alto estándar y calidad, no se la puede con la demanda que el Transantiago le transfiere y termina fallando como lo ha hecho últimamente. La única forma de desenredar esta madeja es bastante obvia; transformarlos a ambos en medios de transporte sumamente atractivos para que los ciudadanos no sólo los prefieran por sobre el automóvil particular, sino que compitan y se complementen para generar un sistema dinámico que se retroalimente y se vea obligado a mejorar.

    Si viajar en micro se vuelve algo atractivo; cómodo y barato, si se instala en la consciencia colectiva como una opción que asegura rapidez y cobertura, entonces puede convertirse en un aporte para disminuir la gigantesca masa automotriz. Una muy buena medida para acrecentar ese atractivo podría ser, por ejemplo, incluir espacios, dentro de buses y vagones de metro, para las bicicletas. Si fuese posible combinar estas tres formas de movilizarse, habría menos excusas para optar por el auto particular todos los días, y todo el sistema se aliviaría.

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