PARIS, ¿la ciudad de las luces o pasado histórico de límites inmutables?

foto parisPor Paulina Leyton Cvitanic.

Diversas connotaciones se apoderan de la capital de Francia. Todas inevitablemente relacionadas a la atmósfera de ensueño y reconocible perfección retratada en películas o postales. Y es que la tenue luminosidad de los faroles que direccionan sus avenidas arboladas, nos regalan  probablemente la mejor perspectiva de las ciudades del mundo. Muchos de los monumentos mas famosos y admirados del orbe: la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la Avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el ex Hospital de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier o el barrio de Montmartre, acompañados de un largo meandro del río Sena, nos hacen conocerla como “la capital mas bella” o “la ciudad del amor”.

De trazado circular, París, es constituida como la única comuna unidepartamental del país por contemplar tanto la capital de Francia y de la región de la Isla de Francia. Dividida por el Sena, que entra por el sureste y gira hacia el norte antes de dejar la ciudad por el noroeste; el río forma dos islas: la isla de la Cité y la de Saint Louis. Su clima moderado ejerce una importante influencia en la vida de la ciudad. Goza de inviernos templados, veranos frescos y precipitaciones bien distribuidas durante todo el año, lo que permite la instalación de cafés al aire libre, mercados abiertos y otros muchos lugares que conforman el escenario urbano, de los que se puede disfrutar en cualquier época o estación.
 Pues, no es en vano que gracias a estas innumerables características, sea posicionada como el destino turístico mas popular del mundo, superando los 42 millones de visitantes extranjeros por año. Cada turista que recorre la ciudad, es encantado en todos sus rincones, pues el presente y el pasado se funden y confunden para dar paso a una especie de obra de arte, donde todo pareciera estar en su justo lugar. Es este equilibrio, lo que la convierte en la capital del urbanismo contemporáneo. Sin ir mas lejos, es en el siglo XX donde su área metropolitana se expande más allá de los limites del municipio de Paris, siendo la quinta ciudad mas grande del continente europeo y la segunda por área metropolitana con una población de 12.223.100 habitantes. Este notable crecimiento, viene de la mano con un trabajo económico fundamental concentrado en la región de Paris, dominando el centro económico mas importante de Europa, junto a Londres.

A simple vista, la ciudad parisina trasciende a los problemas urbanísticos de segregación, congestión o deterioro propios de una metrópolis. Pero, ¿es así realmente? la “ciudad de las luces” ¿brilla de igual manera en toda su extensión? o ¿Es solo una parte del Paris moderno, resultado del esfuerzo por preservar el pasado histórico a través de sus severos límites inmutables y estrictos códigos de construcción, lo que encandila a las personas?. Es importante destacar, que el Paris del que hablamos, es propio del París moderno, resultado de un plan de remodelación urbana surgido a mediados del s. XIX. Anterior a esto, la ciudad había sido un caos de calles laberínticas donde los temas de salubridad eran el principal problema, generando pestes y otras enfermedades por falta de agua, alcantarillado y suciedad en general. Para prever una respuesta, es necesario hacer un viaje al pasado que nos permita entender en qué términos se ha modificado profundamente no solo la morfología urbana de Paris, sino también el tipo de interrelación vital que el habitante teje cotidianamente con la metrópoli, como ha sido su conformación urbana y su comportamiento a lo largo del tiempo.

La Revolución Industrial trajo consigo en Francia una dependencia industrial al mundo agrícola. Una seguidilla de personajes, iniciado por Napoleón Bonaparte en el siglo XIX encabezan el Primer Imperio de Francia. Sin embargo, la subida al poder de Napoleón III en 1952 coincide con una notable fase de crecimiento de la ciudad, que pasa de 1.053.000 habitantes en 1851 a 1.850.000 en 1870, entregándole a la ciudad su fisonomía actual. El proyecto político y económico del emperador apuntaba a una rápida industrialización del país, mediante la realización de grandes obras infraestructurales y la organización de una hacienda publica eficaz, con la ambición de hacer de la capital francesa un centro a la altura del admirado Londres, incomparablemente mas avanzado que París, como ciudad moderna.

La llegada de Georges-Eugene Hausmann a la prefectura del Sena en 1853 comportará la restructuración de todos los servicios técnicos de acuerdo con competencias especificas, con la asignación de los diversos campos de intervención (distribución del agua, desagües de los alcantarillados, nuevos parques urbanos, conjunto del mobiliario urbano, etc) a individuos de confianza, directamente controlados por él. De hecho, las directrices de las transformaciones hausmannianas inspiraron un proceso de modernización de la realidad urbana fuertemente condicionado por el positivismo de la ingeniería. El potenciamiento de la red de infraestructuras (entre ellas, las líneas férreas) unifica la ciudad en un sistema global de recorridos, mientras que muchos de los nuevos equipamientos –hospitales, manicomios, prisiones, cementerios- son expulsados del centro, para alejar de las partes mas representativas, donde las rentas crecerán rápidamente, todas las actividades ajenas a la vida de los negocios, del comercio, de la cultura y del ocio.

La planificación haussmanniana, en la que los eventrements del tejido histórico se convertirán en imprescindibles para ubicar los nuevos ejes viarios rectilíneos (bulevares), convirtiéndolos en el instrumento principal de la renovación urbana, básicamente tiende a crear condiciones ventajosas para el desarrollo de una actividad edificadora de carácter especulativo, contribuyendo a aumentar considerablemente el valor de renta de la casa mercancía en las áreas afectadas por los procesos de saneamiento. Se trata de operaciones traumáticas, inspiradas sin duda también por una voluntad higienista, que encuentran –como, por lo demás, era de prever en la propia época- fuertes oposiciones en algunos sectores nostálgicos de la opinión publica, que veían sucumbir irremediablemente el Paris pintoresco. En efecto, esos nuevos ejes viarios serán acusados de monotonía, de ser una servil repetición de lo idéntico, de destruir cualquier tipo de valor estético en la ciudad; en definitiva, de doblegar el arte a los principios de una mezquina mecanización.

Nos encontramos con una ciudad arriba de otra. Una trama barroca homogénea, regular del siglo XIX y una segunda trama, donde las nuevas avenidas arrasan con la ciudad, generando literalmente un calado urbano. Dos tramas totalmente diferentes tienen que aprender a convivir. Al mismo tiempo, el mercado inmobiliario aumenta considerablemente, hay que reconstruir la ciudad. La instauración de fachadas bloques, continuas y regulares, no deben sobrepasar los 7 pisos de altura, con un primer piso comercial y el ultimo finalizado en una rasante considerable. Además de esta remodelación urbana y constructiva del nuevo plan de la ciudad, la vivienda Haussmanniana poseía un comportamiento social predefinido en una segregación vertical, basada en la división de la clase social según los niveles de altura de los edificios neoclásicos. En ese sentido, tanto el segundo como el tercer piso, sería habitado por la clase mas rica, en cambio desde el cuarto piso hacia arriba, lo habitaría la población de bajos recursos. En consecuencia, el Paris moderno es el resultado de este vasto plan de remodelación urbana creado por el Barón Haussmann; la mayor parte de este nuevo Paris es el que vemos hoy. La ciudad de Paris  impone desde entonces la llamada ley “alignement”, la cual define la posición de la edificación dejando un determinado ancho de la calle. Actualmente esta ley se imparte en muchas de las nuevas edificaciones, controlando las alturas según la anchura de la calle. Este control no ha permitido realizar mayores cambios y por ende nuevas construcciones.

El esfuerzo por preservar el pasado histórico de París y las leyes actuales hacen que resulte difícil crear dentro de los límites de la ciudad grandes edificios y servicios públicos necesarios para una población creciente. Muchas de las instituciones y la infraestructura económica ya se encuentran en la periferia o en proceso de hacerlo. Este comportamiento se origina en parte, a partir de la ciudad amurallada de los principios de Paris, donde su manera de expansión se dio en torno al centro, además de la existencia de un parque que divide el París central de su periferia. Un segundo factor se ve reflejado en su función administrativa, pues actualmente Paris se divide en veinte distritos, todos con grandes diferencias morfológicas y sociológicas, repartidos en forma de espiral a partir del centro histórico. Gobernados por el Estado a través de la prefactura y por los gobiernos municipales de cada distrito, se genera una grave complejidad al momento de tener una visión uniforme en problemas socioculturales de la ciudad parisina.

La “imagen de una ciudad organizada, ordenada e incluso aparentemente homogénea, realzada por la calidad de los servicios públicos, su riqueza monumental y el clasicismo uniforme de la trama urbana diseñada por (…) Haussmann en el siglo XIX, oculta a menudo las múltiples tensiones derivadas de su trepidante actividad y su enorme diversidad social y étnico-cultural”. Esta enorme desvinculación entre “la ciudad de las luces” o centro histórico y la periferia, marcan una notable diferencia en las zonas de bienestar y lujo, pues no se encuentran conciliadas a la triste periferia olvidada, desprovista de planificación, áreas verdes y con graves problemas de integración social. La lejanía geográfica y social de ambos comportamiento urbanos, recae en entender que las ganas por defender y prevalecer lo que la historia nos regaló, debe responder también a la conducta y necesidades actuales de la ciudad. Solo así podremos hacer visible lo que muchas veces creemos invisible.

Bibliografía:

«Arquitectura y urbanismo»,[en línea]. [15 de Octubre de 2013]. Disponible en la Web: http:// http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%ADs

ABUABUAD, Ricardo. Las ciudades del siglo XX. El cambio de siglo Clase 2. Marzo 2013.

PIZZA, Antonio. Londres-París, Teoría, arte y arquitectura en la ciudad moderna. 178-184pp. 1998. Ediciones UPC.

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5 respuestas a PARIS, ¿la ciudad de las luces o pasado histórico de límites inmutables?

  1. En la época en que se trazó una nueva ciudad más higiénica y ordenada buscando solucionar los problemas de esa época. A lo largo de los años se han solucionado una y otra vez los problemas de quienes más poseen, pero se han ocultado la situación de quienes tienen menos, quienes fueron llevados a la periferia de la ciudad dificultando el acceso a sus trabajos y a mejores servicios. Complejizando aún más su posibilidad de mejorar su calidad de vida.

    Este tipo de inversiones en infraestructura no hacen más que mejorar la ciudad de los ricos y esconder la de los pobres, situación que se ha repetido una y otra vez en la historia de las ciudades, ¿acaso no es momento de dejar de preocuparnos de los estratos más altos y comenzar a buscar soluciones para mejorar la calidad de vida de quienes siempre han sido dejados de lado?

    La arquitectura siempre se ha preocupado de las elites, de sus problemas fuertemente vinculados con la estética, con lo bello, con crear un mundo “mejor” para los “mejores”. Primero fueron los reyes y faraones, luego la burguesía, los políticos, los aristócratas, etc. ¿Cuándo será el momento de los menos poderosos?
    ¿cuándo buscaremos crear ciudades más inclusivas y equitativas?

  2. Andrea Urbina dijo:

    El Paris de hoy para los turistas y para sus habitantes de zonas céntricas sin duda se constituye como uno de los mejores lugares para vivir, y es que el centro histórico de Paris tal como se menciona se ha construido a lo largo del tiempo en base a miles de cambios y transformaciones en la malla urbana. Pero quisiera concentrarme en las siguientes preguntas realizadas en esta columna: Pero, ¿es así realmente? la “ciudad de las luces” ¿brilla de igual manera en toda su extensión?

    La verdad es que no, la ciudad de las luces está lejos de brillar en toda su extensión. La expansión territorial de Paris hoy esta constituida por las políticas de vivienda postguerra y los llamados “Banlieue”, suburbios franceses multiculturales donde viven franceses y múltiples inmigrantes europeos y africanos en su mayoría. Son zonas periféricas apartados de la ciudad en donde existen grandes focos de pobreza. Asimismo la violencia y la criminalidad están formando lugares inseguros. La más conocida es “La Courneuve” y es un lugar étnicamente heterogéneo en el cual no se han realizados políticas urbanas correspondientes para que sus habitantes hoy convivan en armonía. Por otro lado están cargando con un estigma social de barrios de inmigrantes y zonas peligrosas, lo que va provocando mayor aislación social.
    Cabe preguntarse si las políticas urbanas en Paris están llegando estos barrios, donde hoy más que nunca parecen necesitarlas. Las zonas centrales de Paris ya están conformadas, es hora de hacerse cargo de la expansión horizontal de la ciudad y de los miles de inmigrantes que viajan a Francia en la búsqueda de mejores oportunidades de vida.

  3. París ha seguido creciendo y transformándose con el pasar de los años y es por esto que considero necesario agregar a esta columna qué pasará con el futuro urbanístico de esta ciudad.

    Pensando en el futuro de París, se les encargó a diez equipos internacionales de arquitectos la misión de imaginar cómo debía ser el desarrollo urbano y el equipamiento territorial de Gran París. Siempre partiendo desde una realidad urbanística existente para luego mirar hacia el año 2030.

    Considero que iniciativas como éstas son aquellas que pueden hacer cambios significativos en la ciudad y debieran realizarse en otras partes del mundo también. Algunas de ellas son edificios, otras se enfocan en la sustentabilidad proponiendo eco ciudades, mientras que otras están enfocadas en las áreas verdes como por ejemplo la apuesta de Richard Rogers que es combinar densas aglomeraciones con espacio de menor intensidad y más flexibles, con muchos espacios verdes. ( para más información visitar: http://www.parismetropole2020.com)

    El crecimiento planificado de una ciudad creo que puede evitar grandes problemas como los que hoy en día existen en Chile, donde los barrios que se encuentran en la periferia no cuentan con equipamiento y tienen problemas de conexión con el centro de la ciudad.

  4. Juan Pablo De la Maza dijo:

    La ciudad de Santiago tiene muchas cosas que aprender de París, ya que ambas se encuentran subdivididas en gobiernos municipales y tienen serios problemas de relación entre el centro y la periferia.

    Sin embargo, como si fuera raro, París se ha adelantado a los problemas que conlleva esto y ya cuenta con una Alcaldía Mayor (Prefectura), factor no menor a favor de París, que a parte de tener una escenografía magnífica, ha comenzado a desarrollar planes urbanos integrales que afectan a toda la conurbación metropolitana. Estas iniciativas favorecen el desarrollo en conjunto de la ciudad y disminuyen la segregación.

    Un ejemplo bandera de esto es el éxito que ha tenido el sistema público de bicicletas “Velib”, el cual cuenta con “15 000 bicicletas de libre servicio… con 170 mil abonados permanentes y cerca de 53 millones de usuarios ocasionales en dos años, se presenta como el experimento de movilidad alternativa mas amplio y ambicioso del planeta” (Bicultura.cl).

    De esta forma, la idea de que Santiago cuente con alcalde mayor, para optimizar la distribución de los recursos y mejorar la toma de decisiones, aparece como una condición obligatoria si queremos que nuestra ciudad se desarrolle integralmente.

  5. Paula Andrade dijo:

    Es impresionante cómo la información cambia la percepción.
    París tiene todo. Para todos los gustos, para todas las edades, no en vano es el tercer núcleo urbano más poblado de Europa. Si sabemos que el sitio donde las personas se mueven, crecen y viven, influye de sobremanera en sus vidas, resulta interesante pensar como son los parisinos, si han vivido rodeados de El Arco del triunfo, El Louvre, Los campos Elíseos, el Montmartre, Notre Dame, el Sena, la Torre Eiffel, y podríamos seguir en una lista interminable de hitos urbanos. Es que París es una ciudad tan vieja como nuestra era, todo lo que ha pasado ha pasado de algún modo por ahí. ¿Cómo cambia la percepción que podemos tener de la ciudad si sabemos que viene gestándose hace mas de 2000 años? Si sabemos que conviven juntos, la naturaleza, los ríos, arquitectura antiquísima usada hace miles de años por quien sabe quien, la modernidad y lo contemporáneo, lo ultimo de lo ultimo de cada ámbito. Por alguna razón París parece una constante cuna, la cuna de los tiempos que cambian.
    ¿París abajo o París arriba?
    Una ciudad debajo del suelo. Es impresionante cómo la información cambia la percepción, tomar el metro en un punto de París, mirar el mapa y ver que prácticamente no hay un lugar al que no puedas llegar subterráneamente es para quedar al menos un poco absorto. Existe otro recorrido, otra manera de conocer toda la ciudad, que es lejos de la luz natural, y que tiene un ruido especial. Luego de tener esta información, ¿Puede ser igual recorrer la ciudad de arriba? ¿Cómo cambia el París del sol? Cuando se sabe que por debajo esta lleno de túneles, en distintas profundidades, que se cruzan unos con otros, llenos de personas quietas y personas moviéndose en trenes, uno que otro perro, otro aire, otro arte de cultura subterránea parisina, grafitis, esténcils, poesía de muralla, murales, los artistas sin escenario haciendo música en los túneles subterráneos.

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